miércoles, 7 de agosto de 2013

300 DÍAS DE VIGILIA PERMANENTE DE ISAMIS


El día lunes 29 de julio pasado, reunidos/as en la nueva comunidad “Padre Jesús Arroyo” en el sector centro de Lago Agrio, celebramos con sencillez y humildad 300 días de vigilia permanente en nuestra Iglesia de San Miguel de Sucumbíos.

Tuvimos como cada noche, nuestro encuentro personal y comunitario de oración con el Señor, con LA LUZ siempre brillante que nos acompañó iluminando nuestro caminar. La Palabra de Dios tomada de Santiago 1, 1-8 nos animó en la capacidad de soportar y llevar con esperanza LA CRUZ de las pruebas que vienen de las fuerzas del mal. El ambiente estuvo marcado por la fraternidad, la alegría y la confianza en la fuerza del Dios Vivo.


Tres felices acontecimientos fortalecieron esta esperanza: la alegría por el nacimiento de esta nueva comunidad eclesial de base “Padre Jesús Arroyo”, la celebración de la vigilia permanente algunos días fijos de la semana en otros sectores de Lago Agrio, y el envío y entrega de la acostumbrada LUZ, a nuestras compañeras y hermanas Lolita Torres y María del Carmen Morales para llevar al Brasil al curso en el cual intercambiarán experiencias de Iglesia Latinoamericana y experiencias ecuménicas, se prepararán y enriquecerán sus conocimientos, su espiritualidad y su capacidad para seguir acompañando como laicas el camino de comunidades y de Iglesia local.

Haciendo memoria, recordamos que el 3 de octubre del año pasado,  reunidos/as para iniciar la novena de preparación para el Año de la Fe declarado por -en aquel entonces- Papa Benedicto XVI por los 50 años del Concilio Vaticano II, activamos la Vigilia Permanente de ISAMIS por varios hechos que evidenciaban la continuidad de la intervención desde fuera a nuestra iglesia local, -intervención que aún se mantiene y no parece detenerse-, yendo en contra del anhelado camino de volver a ser “Casa y Escuela de Comunión”, razones más que suficientes para intensificar en ese momento y ahora, nuestra oración y fortalecer nuestra espiritualidad, animados/as por el patrimonio espiritual acumulado también en los 139 días de Vigilia anterior -7 enero a 25 mayo 2011.


Durante este tiempo hemos podido vivir cada noche la experiencia del encuentro con el Señor, “bebiendo en nuestro propio pozo espiritual” (ver Libro “Beber en su propio pozo” de Gustavo Gutiérrez) para continuar nuestra labor evangelizadora en la acción pastoral y social de nuestras comunidades, sectores, parroquias y zonas y en nuestros encuentros, reuniones, coordinaciones, etc. Con el Año de la Fe en marcha confirmamos la fe de una Iglesia local con historia y tradición en comunión con la Iglesia del Ecuador y la Iglesia Universal. También durante este tiempo hemos tenido también que ver, analizar, enfrentar y entender, con conciencia crítica y sin caer en la provocación, lamentables hechos y decisiones que siguen rompiendo la comunión en nuestra Iglesia y alentando un conflicto provocado desde fuera, que sigue empeñado en dividirnos, enfrentarnos y acabar con el proceso de Iglesia del Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos -ISAMIS- como Iglesia participativa, comunitaria, misionera, solidaria, con vocación de servicio, abierta a todos/as, liberadora desde los/as pobres por causa del Reino, de cuyos valores se ha alimentado también el tejido social de nuestra provincia de Sucumbíos.


El Año de la Fe es una bendición, con la recuperación de la memoria histórica del Vaticano II, y nos ha bendecido con el Papa Francisco, el servidor de los servidores, el Obispo de Roma que nos preside en la caridad,con quién soplan vientos nuevos, igual que soplaron con Juan XXIII. Sus gestos y mensajes están claros. Una vez más, en su visita a nuestro continente, a la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, ha confirmado su propósito de que no hay vuelta atrás y que el camino es hacia adelante.  Con la simpleza de sus palabras nos han remitido a la sencillez y radicalidad del Evangelio. Por eso, nos ha animado diciendo: “no tengan miedo”, “hagan lío”, “quiero una Iglesia en la calle”, “no licúen la fe, hay que seguir a Jesús entero, con el escándalo de la cruz”.  El Papa nos ha refrescado que el seguimiento de Jesús produce conflicto.


Estamos concluyendo el año pastoral, una vez más evaluaremos lo caminado como Iglesia iluminados por la Palabra y estas luces e invitaciones.

La Vigilia Permanente continúa orando por que la LUZ brille.


Mamá Rosa, una de las más fieles en nuestra vigilia cada noche, en uno de los encuentros de oración, cuando comentábamos que el Papa Francisco en Río confesó que se sentía enjaulado, ella dijo: “lo que tiene que hacer el Papa es volar”. Como seguidores/as de Jesús y su Evangelio vamos a seguir volando en libertad.